El zoológico de Huelva compró un gorila hembra.
Tras unas semanas, la gorila se volvió irritable y difícil de manejar, después de examinarla el veterinario determinó que estaba en celo, lo que era un gran problema ya que no había ningún macho de esa especie disponible.
Tras pensarlo detenidamente, el administrador del zoológico reparó en Saturnino, un empleado bastante feo que era de Lepe, encargado de limpiar las jaulas.
Saturnino tenía reputación de que, por lo bien dotado, podía satisfacer a cualquier mujer, y como no parecía muy listo, tal vez podría convencerlo de que le hiciera el favor a la gorila, así que le dijo :
-¿Aceptarías tener relaciones con la gorila por 500 euros?
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